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Gnani Yoga. Estudios impartidos.


SESIÓN DE GNANI YOGA del 21/09/2012: ESPIRITUALIDAD LAICA Y YOGA CLÁSICO (1)


I) ESPIRITUALIDAD LAICA
  
Por una parte trataremos de ver como el concepto de espiritualidad puede ser perfectamente separado y comprendido fuera del terreno de la religión y como el Asthanga Yoga (Yoga de los Ocho Brazos o Yoga de los Ocho Pasos) propuesto por Patanjali nos permite desarrollar y experimentar esta espiritualidad.

La religión tiene que ver con creencias, actitudes y prácticas relacionadas con el culto a cualquier dios. En cuando al concepto de espiritualidad laica tomaremos como referencia las definiciones que nos aportan dos sabios del siglo XX. Para Krishnamurti la espiritualidad es descubrir y mantener un orden interior. Para José Manuel Estrada es el estudio de las leyes que rigen el universo, y el Universo indudablemente tiene un orden aunque aún no hayamos llegado a su comprensión. Es decir, que ambas definiciones nos remiten a un orden, para Krishnamurti se trata directamente de un orden interior y para Estrada de un orden universal que engloba tanto lo micro (el ser humano) como lo macro (el universo).

Ahora bien ¿Cómo se concreta un orden interno en el ser humano? Para dilucidar esta cuestión concretemos que el ser humano está formado por tres cuerpos o planos básicos que todos podemos percibir y que estos cuerpos pueden estar ordenados o desordenados. Estos cuerpos son el físico (que se ve y se toca), el energético (emocional) y el mental y que energéticamente podemos relacionar con los tres primeros chacras de la anatomía sutil del yoga. Muladhara o chacra raíz, situado debajo del perineo y que representa la energía del cuerpo físico; Svadistana o chacra del plexo sacro, ubicado cuatro dedos por debajo del ombligo, a la altura del sacro, del que emana el cuerpo emocional; y Manipura, ubicado a la altura del plexo solar, la boca del estómago y del que fluye la energía de la mente analítica-racional.

Con estos tres cuerpos interactuamos en el mundo y por lo general estos tres cuerpos se encuentran desequilibrados entre sí, asincrónicos y desalineados.

Desequilibrio: Veamos un ejemplo del funcionamiento de estos tres cuerpos y de cómo influyen en la toma de nuestras decisiones y de cómo interactuamos en el mundo. Supongamos que hemos sido invitados a una conferencia, que no tenemos otra actividad alternativa que hacer y que vamos a estudiar si decidimos asistir o no:

-          Si lo que predomina en nosotros es nuestro cuerpo físico y su energía vinculada, la decisión de asistir o no irá en función de parámetros basados el lo físico como la distancia a la que está el lugar de la conferencia, si la sala está bien acondicionada y es cómoda o si darán algo de comer, etc.
-          Si lo que predomina es lo afectivo-emocional, decidiremos asistir o no en función de las personas que vayan a asistir y si con ellas nos sentiremos arropados, si el ambiente será agradable, si el conferenciante tiene fama de ser buena persona.
-          En el caso de predominio de lo mental, la decisión se fundamentará en base al tema del que  trate la conferencia, quién es el conferenciante y cuales es su trayectoria intelectual o bien cual es la valía intelectual de los organizadores del evento.

Si nos observamos a lo largo de un periodo de tiempo significativo seguramente podamos averiguar  cual de estos tres planos predomina en cada uno de nosotros. El desequilibrio se pone de manifiesto en esa unidireccionalidad en la toma de decisiones, en vez de sopesar los tres aspectos citados, por lo general decidimos casi siempre en base a uno de ellos.

Asincronía: Es la ausencia de sincronización, es decir ausencia de coincidencia en el tiempo en la actividad de los tres cuerpos. Se trata de la ausencia de presente, del estar “aquí y ahora”. A todos nos ocurre, quizás con demasiada frecuencia, el estar físicamente en un lugar pero encontrarnos con la mente en otro, o bien estar con un estado emocional que no cuadra con la situación. Esta ausencia de centramiento de los tres cuerpos limita enormemente la capacidad de darnos cuenta y supone una pérdida de eficacia y capacidad. Sencillamente estamos distraídos, faltos de atención y fuera del estado de alerta. La vida pasa y no nos damos cuenta.

Desalineación: Cuando estos tres cuerpos están desalineados o desordenados nos encontramos con las dudas que acaban casi siempre generando un estado de ansiedad o angustia. Tenemos que actuar en el mundo y para ello constantemente tomamos decisiones conscientes e inconscientes, cuando nuestros tres cuerpos están ordenados estas decisiones se toman de forma eficaz. El problema surge cuando los intereses de nuestros tres cuerpos son distintos. Por ejemplo el estudiante que ha de preparar un examen: sabe que debe estudiar para superarlo y que ello le reportará un beneficio futuro, pero por otra parte puede encontrarse cansado y a nivel físico se ve mejor descansando viendo la TV dejando pasar el tiempo, o quizás ese tiempo de estudio lo preferiría pasar con los amigos. Tome la decisión que tome la hará en contra de alguno de sus planos lo cual tendrá como consecuencia un agotamiento de su energía, pues las razones de cada uno de los planos rechazados serán un peso  muerto para la acción que finalmente vaya realizar. Si ve la TV o se va con los amigos, tendrá los remordimientos por el posible resultado negativo del examen. Si se pone a estudiar estará pensando en la reunión con sus amigos, etc.

Espiritualidad Laica

Como decíamos, la espiritualidad lleva a ordenar internamente, así pues para vibrar en el ámbito de lo espiritual, previamente debemos trabajar y alcanzar el equilibrio de los tres planos, su sincronización y su alineamiento u ordenación. El equilibrio de estos tres planos se resume en el equilibrio del plano espiritual, el cual, siguiendo con la analogía de la anatomía sutil del yoga que comentábamos anteriormente, es el que se corresponde con la emanación del cuarto chacra, Anahata Chacra que se ubica en el centro del pecho, a la altura del plexo cardíaco. El equilibrio de este plano espiritual es el que hace que nos podamos llamar verdaderamente Seres Humanos, frente a la mayoría de seres humanos que simplemente nos podemos catalogar de animales racionales.

Llegados a este punto podemos ver ahora cuales son las cualidades que presentan las personas que han alcanzado el equilibrio en los tres planos citados y que se resumen en el equilibrio del cuarto plano, el espiritual:

-          Son personas con capacidad de DISCERNIMIENTO, aquellas que saben distinguir lo válido de lo no válido y que tienen capacidad de decidir sin verse sometidos a presiones positivas o negativas (sobornos o amenazas).
-          La CONGRUENCIA es la cualidad de la coherencia entre lo que se hace y se dice o piensa. El equilibrio entre la humildad y el orgullo. Equilibrio entre el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y las cualidades valiosas que tenemos.
-          La RESPONSABILIDAD que hace que la persona no proyecte en lo externo las culpas que surgen de su experiencia interna. La cualidad de saber que todo resultado de nuestra acción es siempre responsabilidad nuestra y no del entorno.
-          El SERVICIO, como cualidad intrínseca, servicio a la vida en cualquier forma de expresión. Servicio impersonal, sin esperar nada a cambio y desinteresado, por que no espera recompensa.
-          RESPETO a todo y a todos. Respeto sin discriminación por especie, raza, sexo, religión o creencia, nivel socio-económico, etc.

Viendo estas cualidades es fácil comprender que estar en el camino espiritual no es nada fácil y que no abundan los ejemplos públicos de este tipo de Seres Humanos.

II) ESPIRITUALIDAD LAICA Y ESPIRITUALIDAD RELIGIOSA

Una vez que hemos visto la espiritualidad laica podemos ver en qué se diferencia de la espiritualidad que emana del mundo religioso.

En primer lugar podemos observar que la religión propone una serie de normas morales, frente a la ética que impera en la espiritualidad laica. Así las normas morales son generalmente normas que derivan de acuerdos que se tomaron en determinadas épocas con sus circunstancias propias. Normas que cumplen su función de organizar y controlar el comportamiento de los miembros de una sociedad, pero cuya inmovilidad puede hacer que con el tiempo queden desfasadas. Por otra parte su cualidad de ser consecuencia de consensos sociales aislados hace que lo que para unas culturas es moralmente deseable para otras no lo sea. Por ejemplo la moral sobre la sexualidad, las formas de vestir, o el consumo de ciertos alimentos.

En el caso de la ética estas normas proceden más bien de un ámbito universal y su validez es universal en lo espacial y en lo temporal. Su procedencia viene de la experiencia acumulada colectiva e individual y se plasma en la libre capacidad de elección, la cual asume la posibilidad del error y su correspondiente rectificación, para ir asentando sus principios. Es el caso, por ejemplo, del respeto a la vida y a la propiedad que son asumidos por todas las sociedades humanas. Nos extenderemos en este asunto en el tercer apartado del estudio.

En segundo lugar para la religión el saber se basa en la creencia. Existe una transmisión de la doctrina desde la divinidad a lo humano y esta debe ser asumida como la verdad. Para la espiritualidad laica el conocimiento es la base del saber y no solo el conocimiento científico racional de la ciencia moderna sino también el conocimiento de las ciencias humanas y filosóficas, incluyendo el estudio de las leyes que rigen el funcionamiento del universo, según las tradiciones antiguas. Siendo ejemplo de estas las leyes herméticas (El Kybalión) o la enseñanza de Los siete Sellos del León de la Tribu de Judá) (2), cuyo estudio tiene el suficiente contenido para que no haya lugar para ser tratados en este escrito.

Finalmente también existe una diferencia notable en las formas, en el día a día. Mientras para la religión, además de las reglas morales, se debe seguir un culto (que con el paso de los tiempos es posible que haya podido perder parte de su fuerza inicial) para el mundo de la espiritualidad laica, se debe seguir una autodisciplina que permita trabajar y regular los proceso físicos, energéticos y mentales y trabajar y desarrollar sus facultades, mejorando la conciencia sensorial, emocional y racional, obteniendo como resultado la conciencia espiritual. Como veremos a continuación el Asthanga Yoga nos facilita las herramientas precisas

Como veremos a continuación el Asthanga Yoga nos facilita las herramientas para obtener una ética universal espacio-temporal, una fuente de conocimiento y una autodisciplina.

III) EL ASTHANGA YOGA ó YOGA DE LOS OCHO BRAZOS.

Se debe su formulación a la labor de síntesis que efectuó el sabio Patanjali, entorno a los siglos III aC y III dC. Para comprender su impronta vamos en primer lugar a situar su obra dentro de la secuencia conocida del Yoga.

Yoga Histórico: Entorno a 5.000 años aC se datan los vestigios más antiguos del yoga, en esa época se supone vivió Shiva, creador de la ciencia del yoga, en una sociedad matriacal, dentro de un clima muy benigno y con una abundancia de recursos naturales, su actividad centrada en la agricultura, sin apenas deidades ni religión conocida y sin estructuras militares.

Aproximadamente 1.500 años aC se producen las invasiones Arias en la India. Los arios son una raza indoeuropea, su principal actividad la guerra y la conquista, su organización social la patriarcal y su religión contaba con un panteón de diversos dioses.

Tras la conquista se produce una mezcla cultural imponiéndose lógicamente la cultura aria e imponiendo su religión y organización social patriarcal y guerrera.

Los herederos de las culturas preexistentes a la invasión aria son los denominados dravídicos. Entre los dravídicos y entorno a los siglos III aC y III dC, aparecen una serie de sectas secretas que pretenden mantener sus conocimientos preexistentes para no ser asimilados por la cultura Aria, son la semilla de lo que más adelante será denominado Yoga Tántrico. En este periodo nace Patanjali. Era un sabio dravídico que recopiló los diversos yogas históricos preexistentes, realizando una síntesis que es lo que en la actualidad llamamos el YOGA CLÁSICO. Su labor fue muy importante pues siendo tántrico, ateo, tuvo que proponer un sistema que fuera aceptado por los dirigentes religiosos arios, los brahmanes, creyentes,  de los cuales deriva el Yoga Vedántico, que es de tipo religioso. No podemos profundizar más en estos aspectos  por la extensión que nos ocuparía, pero resumiendo podemos decir que Patanjali sintetiza  más de 4.000 años de historia el yoga en un tratado, los Yoga Sutras, en los que propone un trabajo sistematizado para obtener el objeto de yoga, que en sus palabras es: “Yoga es la cesación de la fluctuaciones de los torbellinos mentales”

A partir de Patanjali se han construido todas las escuelas y corrientes de yoga que existen en la actualidad. La mayor parte de ellas han convertido el yoga en un trabajo religioso (lógico teniendo en cuenta que se ha desarrollado en la India una sociedad tradicionalmente religiosa). En el siglo XX el sabio francés Serge Raynaud de la Ferriere, con su propuesta del Yoguismo y el desarrollo posterior de sus discípulos del Yoga Solar, presentan una actualización de este método de los ocho pasos o brazos, que son (indicamos traducción y original en la transcripción del sánscrito, el idioma en que fueron formulados):

ABSTINENCAS (Yama)
OBSERVANCIAS (Niyama)
CONTROL DEL CUERPO (Ásanas)
CONTROL DE LA RESPIRACIÓN (Pranayama)
CONTROL DE LAS PERCEPCIONES SENSORIALES ORGÁNICAS (Pratyahara)
MEDITACIÓN (Dharana)
CONCENTRACIÓN (Dhyana)
IDENTIFICACIÓN (Samadhi)

Los dos primeros brazos, Yama y Niyama, forman lo que se denomina Ayudas Internas y son los controles libremente aceptados y conforman lo que en el apartado anterior hemos denominado la ética del la espiritualidad laica.

Los tres siguientes brazos, ásanas, pranayama y prathyahara, se les denomina las Ayudas Externas, pues su acción se refiere al cuerpo, respectivamente, al sistema músculo-esquelético, a la respiración y a los sentidos.

Los tres brazos finales, dharana, dhyana y samadhi, son denóminados como Samyama, que quiere decir, ir juntos.

Vayamos por partes:

YAMA y NIYAMA (ABSTINENCIAS Y OBSERVANCIAS).

Vemos en estos dos primeros brazos, la propuesta del Yoga para una ética laica. Las abstinencias son cinco:

Ahimsa (no violencia),
Asteya (no robar),
Satya (veracidad, no mentir),
Aparigraha (no codiciar)
Bramacharia (no creencia).

Vistas así estas cinco reglas no difieren en absoluto de las reglas morales al uso por parte de las religiones. En este punto el Guru Gerardo Motoa, nos da la clave, para que efectivamente se conviertan en fundamentos éticos y ello es el acompañamiento de estos con los principios del Niyama. Así los preceptos del yama sin las correspondientes normas de niyama no son más que normas de autocontrol que llegado el caso y en base a los impulsos del subconsciente podrán ser quebrantados.

Así como el Yama nos da lectura a lo que no se debe hacer el Niyama nos facilita preceptos de lo que si se debe hacer. Estos son también cinco:

Saucha (limpieza, pureza),
Austeridad (Tapas),
Autoestudio (Svadhya),
Contentamiento (Santocha),
Tener una idea de dios (Isvara Pranidana).

Como nos plantea el Guru Gerardo Motoa, con la práctica de las distintas observancias (niyama), se obtiene de forma natural las distintas abstinencias y ello según el siguiente esquema:

De Saucha, la pureza y la limpieza interna y externa, vigilando la calidad de lo que entra en nuestro cuerpo, independientemente del plano que sea, físico-sensorial, perceptual o intelectual, se lleva a eliminar las causas de la violencia (ahimsa).

De Tapas, la austeridad, llegamos a Asteya, el no robar. No tener lo que no se necesita o use. Si no acumulamos no estamos inutilizando lo que a otros les podría hacer falta. No robaríamos, tanto material como intelectual como afectivamente.

Svadhya, el autoestudio, que nos lleva al conocimiento de nuestra naturaleza interior, implica descubrir el enorme potencial que anida en todos nosotros, entonces ¿para que mentir?, es así que desaparece de nuestras vidas la mentira, Satya.

De Santocha, el contentamiento, el gusto de estar vivo, con confianza en la vida, vivir por el vivir en si mismo, no como meta de alcanzar esto o aquello, sintiendo que la vida es lo que ocurre en cada momento, de este contentamiento se produce de forma natural la consecución de Aparigraha, la no codicia.

Finalmente, el aspecto que más ha sido actualizado por el Yoguismo es el que tiene que ver con Isvara Pranidana, traducido en la versión clásica como abandono a la divinidad y por el yoguismo por tener una idea de dios. Y de Brahmacharia, en el contexto clásico, celibato o abstinencia de sexualidad y que en la versión actualizada se traduce como no creencia.  De forma que el tener una idea de dios nos lleva a no creer únicamente en dios, sino a querer estudiarlo.

Finalmente para finalizar el presente estudio vamos a describir superficialmente el resto de brazos del Astanga Yoga o Yoga de los Ocho Pasos y ello en la medida en que completan el cuadro de desarrollo de la espiritualidad laica en el apartado de la autodisciplina versus el culto religioso que se propone desde el punto de vista la espiritualidad religiosa.

ASANAS

Con los ásanas estiramos y tonificamos el cuerpo, descubrimos bloqueos, trabajamos órganos, vísceras y sistema glandular, llevando la salud al cuerpo, sin la cual no es posible seguir con garantías el camino del yoga.

PRANAYAMA

Mediante una serie de técnicas respiratorias se sutiliza y eleva la energía disponible para el trabajo.

PRATYAHARA

Consiste en la maestría mediante la cual se pueden controlar las emociones y sensaciones y obtener el aislamiento del exterior para adentrarse en el Sanyama (meditación, concentración e identificación).
  
DHARANA

La meditación, capacidad para aquietar las facultades sensoriales, psíquicas, mentales y espirituales con el objeto de permitir que la conciencia avance gradualmente en el camino del Ser.

DHYANA

La concentración que es el paso en que la conciencia alcanza la experiencia del Ser, obteniendo la lucidez de la superación de toda polaridad.

SAMADHI

La experiencia de unidad total, la unión del Ser individual con el Ser Total.


El avance en la práctica de los distintos brazos del yoga es gradual y simultáneo si bien es indispensable el trabajo previo de los primeros para poder acometer con esperaza de éxito la parte final del Samyama (dharana, dhyana y samadhi).

De todas formas, desde la humildad que debe impregnar toda la práctica del yoga, debemos considerar la dificultad de alcanzar la Identificación (samadhi). Pero por otra parte tengamos en cuenta que la práctica del yoga, ya desde sus inicios, aporta importantes beneficios para el practicante. Existe una herramienta para considerar este avance y se trata de la paulatina desaparición en nuestras vidas del miedo, de la ira y de la violencia. Así que si en tu vida diaria observas que estas tres emociones van desapareciendo, tu práctica de yoga te lleva por el buen camino. Enhorabuena.


Suso Salgado 





(1) El presente trabajo está inspirado en el artículo Espiritualidad ¿Qué es eso? Del HG. Gerardo Motoa, publicado en la revista COPLANET nº 29 del otoño de 2009, el cual este trabajo es en parte un resumen.

(2) Los Siete Principios de la Filosofía Hermética

1. EL PRINCIPIO DE MENTALISMO.
«El TODO es Mente; el universo es mental.»
2. EL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA.
«Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba.»
3. EL PRINCIPIO DE VIBRACIÓN.
«Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.»
4. EL PRINCIPIO DE POLARIDAD.
«Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los
antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en
grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas
pueden reconciliarse.»
5. EL PRINCIPIO DE RITMO.
«Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y
desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha,
es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.»
6. EL PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO.
«Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley;
la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de
casualidad, pero nada escapa a la Ley.»
7. EL PRINCIPIO DE GENERACIÓN.
 «La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.»

Los Siete Sellos del León de la Tribu de Judá

1. La Materia es energía concentrada
2. La Energía es mente concentrada
3. La Mente es espíritu concentrado
4. El Espíritu es la primera manifestación del Ser
5. El Ser es cosmos concentrado
6. El Cosmos es Absoluto concentrado
7. El Absoluto Es.


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