Cuando en la vida suceden desequilibrios importantes, deudas que causan preocupaciones o destinos difíciles, el paso importante es la aceptación. Una vez que se acepta, la deuda se va apaciguando y se convierte en gestionable, donde antes no era posible.
Las constelaciones nos traen una conciencia y un
entendimiento mayor de desequilibrios del pasado. De acontecimientos de los que
se ha perdido el recuerdo, el campo nos ofrece un camino para entender, para
perdonar y para estar en paz con lo que nos rodea y con nuestro propio camino.
La humanidad vive en un continuo reajuste, ¿realmente hay
alguien que viva en un equilibrio perfecto?
A grandes rasgos, están los que deben y los que cobran.
La diferencia está en la sensación de deber que es
desagradable y a veces, exigente y la de cobrar, que suele ser placentera. En
el fondo, son dos caras de la misma moneda. La deuda.
Las víctimas deben, y el perpetrador, les cobra de una
manera forzada.
¿Realmente existe tal deuda? Si existe, está en el mundo
sutil; y en este mundo sólo se materializa. La mayoría de las veces se
materializa como una deuda familiar, de forma que las injusticias y
desequilibrios del pasado familiar se me hacen presentes en lo
que me toca vivir.
Una vez que se produce una aceptación de este cuerpo, está
familia y estas circunstancias que me ha tocado vivir; la deuda se suaviza, de
forma que deja de ser un obstáculo, y termina siendo una fuerza.
Todo en la vida es dar y recibir. Tomamos la vida cuando
nacemos y la damos cuando el cuerpo muere.
Tomamos de nuestros padres y damos a nuestros hijos. El equilibrio se da
de forma automática, Desde la comida al amor, todo fluye de forma natural.
A veces nuestra mente cree que puede retener lo que debo dar o rechazar lo que se me da. Aquí es cuando es posible hacer un movimiento para dejar fluir.
Aunque el taller de orienta a las deudas, se puede constelar cualquier asunto.
Información y reservas: 607438283 - yogasolarananda@gmail.com
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