Sabiduría Perenne:
Rumi y Shams de Tabriz.
Jalal-Ud-Din-Muhammad
Rumi fue un maestro sufí y poeta persa nacido en 1207. Es conocido por sus obras de poesía en torno a los
temas del amor y el misticismo. Rumi fue un apreciado predicador
antes de ser poeta. Carismático y elocuente, enseñó la palabra del Islam por
toda su ciudad natal, Konya. Pero su espíritu siempre estaba inquieto y buscaba
un respiro entre sus enormes seguidores. Fue entonces cuando conoció a Shams de
Tabriz. Shams, con su pelo desaliñado y su ropa de vagabundo, se movía siempre
por fuera de los círculos académicos. Tenía un agudo ingenio y una afición por
denunciar las farsas, sobre todo las que existían en los eruditos de la época y
su deseo de acumular grandes seguidores. Llegó a Konya en busca de una
conversación estimulante y, habiendo oído hablar del intelecto de Rumi, sabía
que era allí donde lo encontraría. Entender a Rumi sin Shams es entender a un Rumi incompleto, ya que es
tras el encuentro con Shams que Rumi se convirtió en el poeta que conocemos hoy. Shams se propuso liberar a Rumi de los
grilletes y las convenciones de la sociedad. En ocasiones le quitaba los libros
a Rumi y le exigía que utilizara sus propias palabras y su voz para conversar
con él. Shams introdujo a Rumi en el concepto de «sama», que significa escucha
profunda. Convencionalmente, era la práctica de escuchar un libro con la
intención de absorber el conocimiento y aumentar la concentración. Para Shams,
significaba el equivalente a perderse a sí mismo. Introdujo a Rumi conceptos como la danza giratoria que se equipara a una
práctica devocional en el sufismo.
Un buen
ejemplo de la sabiduría de Rumi, es el poema La Casa de Huéspedes. Por supuesto
se explica por sí mismo, para mi comprensión es una invitación a aceptar y
acoger toda experiencia humana y en concreto aquella que se produce al entrar
en contacto con la sombra personal, esa sucursal de la oscuridad que habita en
nuestro interior. El trabajo con la sombra es de vital importancia, pues
generalmente se encuentra reprimida y si no se vuelve consciente se convierte
en un agujero por el que perdemos energía y nos encadenamos a los traumas del
pasado.
La Casa de
Huéspedes
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